lunes, 8 de marzo de 2010

No Hablen Por Mí

Durante estos días en Nueva York se ha llevado a cabo la 54ava sesión de la Comisión Jurídica y Social de la mujer. Acorde al Centro de Información de la ONU, esta fue creada con el fin de “promover los derechos de las mujeres en los ámbitos político, económico, civil, social y educacional.” Actualmente esta comisión cuenta con 45 miembros, los cuales son electos por el Economic and Social Council (ECOSOC) durante un período de 4 años.

Bibiana Aído, feminista y joven ministra de igualdad española es una de los 45 miembros de la Comisión, la cual trajo a la mesa una propuesta muy interesante: “Las mujeres pedimos que Naciones Unidas acabe con el privilegio de la Santa Sede de ser Estado Observador Permanente No-Miembro.” 
A ver. Pausa. ¿Las mujeres? Porque a mí nadie me preguntó.

Pero sí, aparentemente ella habla por todas.

Esta propuesta fue presentada formalmente como La Declaración de Córdoba http://lady-read.blogspot.com/2010/03/declaracion-de-cordoba-femininario-los.html (En este link pueden leer sus puntos principales.) Esta básicamente pide que se limite la intervención de la Iglesia en la ONU, así como también los adoctrinamientos religiosos en las escuelas y colegios, ya que “gracias a estos peligran los derechos de la mujer.”  

Las feministas alegan que no es democrático darle preferencias a la Santa Sede dentro de la ONU, que sus derechos se ven coartados gracias a la intervención religiosa, que nadie más que ellas pueden tener control  sobre su sexualidad y que no pueden decidir cuántos hijos ellas deben de tener.  

Pero basta de palabrería y declaraciones. Todo se reduce a la legalización del aborto. Es evidente que la Iglesia tiene un papel muy importante en la defensa de la vida desde su concepción y es por ello que más vale tener “alejado al enemigo.”

La mujer poco a poco ha logrado superarse. Luego de años de lucha hemos ido alcanzando igualdad con el sexo opuesto, tal como debe de ser. Yo creo en la igualdad de oportunidades para todos. Pero eso sí, nunca debemos olvidar que sin importar que tan exitosas seamos, también somos esposas, madres, hijas, hermanas y que serlo no nos hace menos que ningún hombre. Somos nosotras quienes podemos dar el regalo de la vida y es infringir a nuestra condición de mujer no hacerlo. 

Así que por favor Bibiana, no hable por mí.

Feliz día de la mujer. 

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