El Cuento del Gallo Pelón

Era cuestión de tiempo. Como es costumbre nacional, por estas épocas del año nunca falta el famoso titular: “Aulas en la Costa no están en condiciones para inicio de clases en Abril.” Siempre se culpa a las lluvias, al clima, a gobiernos anteriores, a la edad de las construcciones, en fin, nunca es culpa de nadie. Es un eterno juego de señalar al culpable y el “yo no fui.”

Mientras se gasta el tiempo en organizar asambleas, viajes a Cuba,  encubrir las sin verguenzerías de la esposa del Fiscal Pesantez y pelear con los indígenas, estas escuelas se caían en pedazos poco a poco. Durante estos tres meses de invierno, la educación fue opacada totalmente por temas poco trascendentes.  

Como si no fuera suficiente, nuestro ministro de educación, el cual debió haber estado un “poquito” más interesado en el tema, se preocupó en declarar al Ecuador como “patria libre de analfabetismo” a pesar de que las estadísticas no dan como para que seamos acreedores de ese título.

No sé si soy la única que piensa así pero ¿No hubiera sido más pertinente hacer obras que de hecho nos libren del analfabetismo en vez de declarar falsamente que ya lo estamos? 

La falta de precaución ya está pasando factura. Una vez más, las escuelas no están en condiciones. Pero como este es el gobierno de “todo a corto plazo”, se ha optado por alquilar otros establecimientos para mantener a los alumnos de las escuelas afectadas mientras se adecúan sus aulas. Yo lo pensaría dos veces antes de decir que es una buena gestión, pues, oh sorpresa, ahora el costo de los alquileres ha subido el 5% de lo declarado inicialmente. Y yo me pregunto ¿Cuántos se estarán llenando los bolsillos con este acontecimiento?  ¿No hubiera sido más favorable comenzar las reparaciones a tiempo y evitar gastos innecesarios?

Y mientras las bancas de muchos colegios se oxidan y no son reparadas por nadie, el estado gasta en cadenas nacionales poco necesarias, en sueldos para una burocracia en aumento e invierte 30 millones de dólares en un periódico que nadie lee.

Poco se invierte en lo que de verdad representa un cambio para el país y más se gasta en asuntos que no representan beneficios a largo plazo.

Este artículo seguramente lo podré publicar de nuevo el próximo año y el próximo y el próximo… La historia de toda la vida.